Tercera Guerra Mundial. Los expertos dicen que solo 5 de los misiles Satanás de Rusia podrían destruir la costa este de Estados Unidos y matar a 4 millones de personas.

Explosión Termonuclear.

Los expertos advierten que si Rusia disparara sólo cinco de su misiles RS-36 Voivoda, (apodados Satanás por USA) al impactar podrían destruir a la costa este de los EE.UU. y matar a más de 4 millones de personas. Se cree que Rusia tiene 55 Satanás, su más poderoso misil, parte del mayor arsenal nuclear en el mundo que podría hacer que las bombas nucleares cayeron durante la Segunda Guerra Mundial en Japón palidecen en comparación.

El temible RS-36  Voivoda saliendo de su silo subterráneo.

Sólo un SS-18 misiles, en un ataque nuclear apocalíptico, podría acabar con el 75 por ciento de Nueva York, advierte el Dr. Paul Craig Roberts, ex subsecretario del Tesoro para Política Económica,. Explica que los misiles SS-18 podían llevar cabezas nucleares con cargas útiles de hasta 20 megatones, informa Daily Star.

Es más de mil veces potente que la bomba lanzada sobre Nagasaki. Roberts comenta que a la máxima carga útil, un golpe directo en Nueva York es capaz de matar a 4,5 millones de personas, hiriendo a otro de 3,6 millones y enviar la lluvia radiactiva abarcando más de 600 millas. También podría ser armado con 10 ojivas más pequeñas de 550 kilotones cada una que pueden esparcirse a través de un área extensa y son casi imposibles de interceptar.

RS-36 el misil nuclear mas grande y poderoso del mundo.

Roberts, en un artículo del Centro para la Investigación de la Globalización, advirtió que Rusia podría fácilmente aniquilar a la OTAN y llevar al colapso total de la alianza occidental. Sobre la base de las predicciones de FEMA de la Guerra Fría, el blanco de un ataque nuclear ruso incluiría ciudades con poblaciones grandes como Nueva York, Filadelfia, Miami, Boston, Jacksonville y Washington DC.

Todas estas declaraciones alarmantes, vienen dadas por el deterioro cada vez mayor de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. Situación que se agravó en el último año, desde la implicación de Rusia en Siria, apoyando las fuerzas de Al Assad que luchan contra los mercenarios extranjeros que siembran el terror en su país.

Pilotos rusos preparados para una misión en Siria. Al fondo Su-30.

Las fuerzas rusas despliegan misiles antiaéreos S-400.