 |
| Fokker Dr.1 último avión piloteado por el Barón Rojo |
Manfred von Richthofen (Barón Rojo), fue el mayor As de aviación
de la Primera Guerra Mundial.
El apodo venía por haber pintado su avión de rojo para ser
reconocido rápidamente por sus adversarios. Von Richthofen llegó a dirigir 58
misiones en las que derribó 80 aviones.
Durante la guerra voló en el triplano Fokker Dr.1 y en los biplanos Albatros D.II y Albatros D.LLL.
En 1917 se le confirió el comando del Jasta 11, que luego
fue conocido como el "Circo volador" por los vivaces colores que
presentaban sus 14 aviones, los cuales, al igual que un circo, se trasladaban
por ferrocarril al lugar adonde se los requería.
Entre sus miembros ya destacaba un jovencísimo piloto
llamado Hermann Göring que llegaría a ser Comandante Supremo de la Luftwaffe en
la Alemania Nazi.
Estando hospitalizado escribió su libro “El Avión Rojo de
Combate”, una especie de autobiografía en la que se engrandece a sí mismo y a
sus batallas, logrando un gran éxito en Alemania y otros países.
Una vez publicado, el Barón Rojo escribió un breve texto,
Reflexiones desde mi refugio, en el que afirmaba que quería publicar una
continuación para rectificar los pasajes en los que alardeaba de sí mismo para
ofrecer una cara menos frívola de la guerra y la muerte, una visión no tan
heroica sino más triste y pesarosa, pero ya no pudo hacerlo.
Poco después publicó un breve texto “Reflexiones desde mi
refugio”. Allí comentaba que quería escribir una continuación de su primer
libro para ofrecer una cara menos frívola de la guerra. Algo que no pudo hacer
finalmente.
El 21 de abril de 1918, cae en combate, cuando aviones del
Circo Volador atacaron a los británicos sobre Vaux-sur-Somme, en Francia.
Mientras Richthofen volaba a baja altitud persiguiendo un avión enemigo fue
atacado, siendo derribado sin que todavía hoy se pueda saber exactamente si fue
desde tierra o desde otro avión.
El Barón Rojo fue enterrado con todos los honores militares,
e incluso los escuadrones aliados rindieron honores al piloto caído
En su lápida pusieron el siguiente epitafio: “Aquí yace un
valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en
paz”.
